Cada vez son más los viajeros que consideran imprescindible contratar un seguro de viaje que les proteja en caso de imprevistos. Veamos por qué.
La tendencia creciente de los seguros de viaje
Todo el sector de la hostelería ha sufrido una profunda convulsión en los dos últimos años, provocada por la pandemia. Asimismo, los hábitos y las opciones de los viajeros han cambiado radicalmente.
Los seguros de viaje se han visto inevitablemente afectados por este cambio. De hecho, si antes eran utilizados sobre todo por quienes ya estaban acostumbrados a contratar pólizas, en los dos últimos años han experimentado un verdadero auge de solicitudes, con una tendencia que irá a más en el futuro.
El aumento del número de pólizas de viaje contratadas y la búsqueda de garantías
Este aumento de las reclamaciones de seguros de viaje se evidencia en las cifras que reportan un crecimiento del 82% desde el segundo semestre de 2020[1]. Y no sólo eso, el 60% de las reservas hoteleras fallidas se debieron al miedo a viajar debido a la pandemia y a la ausencia de garantías en caso de cancelación. Esto significa que un alojamiento que ofrece una tarifa con seguro tiene más probabilidades de atraer reservas que uno que no lo hace.
Las estimaciones prevén un aumento constante de los seguros de viaje también en los próximos años. Se prevé que el mercado mundial de los seguros, cuyo valor era de 21.500 millones de dólares en 2020, alcance los 33.700 millones de dólares en 2027, con una tasa de crecimiento anual del 6,7% entre 2020 y 2027[2].
Tendencias de reserva de los millennials antes y después de la pandemia
El dato más sorprendente sobre los seguros de viaje tiene que ver con las nuevas tendencias de los jóvenes millennials que han cambiado radicalmente sus hábitos de viaje. De hecho, antes de COVID-19 solían reservar «a la ligera», y rara vez se planteaban la necesidad de contratar una póliza para protegerse de los imprevistos. Ahora, en cambio, muestran un creciente interés por los seguros de viaje y ya han visto un aumento del 15% en las solicitudes en 2022.
Este cambio en los hábitos de los viajeros, que también ha afectado a los más jóvenes, es una importante encrucijada para el mundo del turismo que también implicará a las generaciones futuras.
¿Por qué añadir un seguro a tu estancia?
Hemos mencionado cómo ha aumentado la demanda de protección de los seguros, pero aún no hemos profundizado en las razones de este fenómeno. Atribuir la única causa a la pandemia y a los temores que ha engendrado sería limitante, pero hay que reconocer el importante impulso que ha supuesto, ampliando la necesidad de reservas garantizadas y estancias seguras a un público más amplio de viajeros.
De hecho, el miedo a que ocurra lo inesperado no solo no anima a la gente a viajar, sino que la desanima a pensar siquiera en salir. Especialmente para las estancias de ocio, en las que «vacaciones» debe ser sinónimo de «relax», el estado de ánimo que se tiene al elegir el destino deseado no es, desde luego, de miedo. La necesidad de asociar una póliza a la reserva nace, pues, de la tranquilidad y la garantía de que, en caso de imprevisto (como una lesión, un accidente o una enfermedad), se está protegido y cubierto económicamente. Si los dos años de COVID-19 nos han enseñado algo es que, por muy remota que sea una eventualidad, existe la posibilidad de que ocurra y, por tanto, podemos protegernos por precaución.
¿Y cómo elegir el seguro adecuado?
Con el aumento de la demanda de pólizas de viaje en la fase de reserva, han proliferado los productos de seguros en este sector. Productos ofrecidos tanto por las marcas más importantes en el ámbito de los seguros como por los intermediarios que han surgido en los últimos años para interponerse entre el cliente del hotel y la compañía de seguros.
Cada hotel ha adoptado (los que no lo han hecho, lo harán pronto) una solución para ofrecer a sus huéspedes que satisfaga sus necesidades. Pero, ¿qué solución elegir entre las distintas propuestas?
Las principales cubiertas
En primer lugar, es necesario evaluar la cobertura incluida en la póliza. Estas protecciones suelen dividirse en dos fases: antes de la estancia, es decir, en caso de cancelación, y durante la misma.
Los casos en los que se puede obtener el reembolso en caso de baja suelen estar relacionados con el ámbito sanitario (accidente o enfermedad, incluido el COVID-19) y con el profesional (revocación de la baja, despido o nuevo empleo). Por otro lado, durante su estancia, podrá ser reembolsado por los gastos ocasionados en caso de accidente y enfermedad, pero también estará protegido por el robo o la pérdida de equipaje y en caso de accidente de tráfico.
Los tipos de pólizas de los hoteles: clásicas o inclusivas
Como hemos dicho, en lo que respecta a la cobertura, hay mucho en común entre los distintos productos de seguro (aunque hay diferencias sustanciales en las condiciones, como las franquicias, los copagos y los límites). Sin embargo, hay dos formas distintas de contratar una póliza de viaje:
- Clásico. Se puede comprar con un suplemento, además de la reserva, en el mismo momento en que se hace, o en una fecha posterior. En este caso, la póliza tendrá un coste fijo (por habitación o según el número de personas) o un porcentaje de la tarifa de la habitación elegida.
- Incluido. Se trata de un plan de tarifas real, seleccionable entre las diferentes opciones que ofrece el establecimiento de alojamiento en su página web oficial, que incluye la póliza de seguro dentro del coste de la habitación. Por lo tanto, con esta modalidad no hay costes adicionales que asumir y el seguro se contrata en el mismo momento en que se hace la reserva.
[1] Google Research
[2] Allianz Partners